Conoce los alimentos que pueden reducir la inflamación y cuáles son los que deberían evitar los niños con dermatitis atópica moderada a severa.
La alimentación es una herramienta valiosa para los pacientes con dermatitis atópica, aunque no constituye una solución para su enfermedad. Si bien una dieta adecuada puede ayudar a prevenir brotes y reducir la inflamación crónica en la piel y otros órganos, no elimina la enfermedad en sí.
Según un estudio publicado en 2017, muchos de los pacientes con esta patología se centran entonces en conocer cómo mejorar su alimentación y cuáles son aquellas comidas que podrían ayudar a mejorar la apariencia de su piel.
Entre los alimentos evitados por la mitad de los 169 encuestados debido a que desencadenan brotes de dermatitis atópica, se encuentran:
- Comida chatarra
- Lácteos
- Gluten
- Harina blanca y sus subproductos
- Alcohol
- Azúcar
- Tomates
- Cítricos
- Huevos
- Berenjena, pimientos, jalapeños, tomatillos, papa y otras verduras solanáceas que contienen sustancias alcaloides.
Los pacientes, en cambio prefieren ingerir suplementos que contengan alta fuente de vitamina D y E, además más allá de eso se centran en enfocar su alimentación en los siguientes nutrientes:
- Frutas
- Vegetales verdes
- Aceite de pescado
- Alimentos orgánicos
Además, los pacientes valoran especialmente ingerir agua, para contrarrestar la sequedad de su piel y la pérdida de agua a través de la barrera disfuncional cutánea.
¿Qué dice la ciencia sobre la alimentación?
Estos son los alimentos que sí y no consumen los propios pacientes, de acuerdo con su experiencia a la hora de limitar sus problemas cutáneos. Ahora bien, ¿qué dicen los científicos y dermatólogos de ello?
Los estudios científicos sobre la nutrición en la dermatitis atópica suelen ser contradictorios y pequeños. Con todo, en general, aprueban el consumo de prebióticos, probióticos y yogur para evitar las alergias a los alimentos. Y desaprueban la prohibición total de categorías alimentarias, como los lácteos. Lo mejor, dicen los dermatólogos, es observar qué alimentos son favorables o perjudiciales en cada paciente, haciendo tests de alergia y de evitación temporaria de alimentos.
Los vegetales y, especialmente, las frutas son amigos de los pacientes. Los pescados que contienen altos niveles de aceites Omega 3 y 6 son muy recomendados: atún, sardinas, salmón y arenques ayudan a mantener baja la inflamación.
Alimentación temprana
Muchos pacientes con dermatitis atópica suelen desarrollar luego alergias a ciertos alimentos, rinitis y asma. Se estima que el 20% de los niños sufre dermatitis atópica y un 30% de los niños con eczema moderado a grave desarrollan alguna alergia alimentaria, que se manifiesta con piel enrojecida, hinchazón y picor.
Aunque no se entiende bien aún por qué los niños son alérgicos a algunas comidas, los especialistas recomiendan un buen manejo nutricional desde los primeros años de vida, para reducir la inflamación, mantener una microbiota intestinal y cutánea equilibrada, y mejorar el desarrollo del sistema inmune del organismo.
El agregado de probióticos (con bacterias de las especies Lactobacilo y Bifidos) a la dieta es positivo para los pacientes infantiles con eczema.
La leche materna no parece influir demasiado en la aparición de la dermatitis atópica, pero la leche de vaca sí puede generar reacciones defensivas exageradas en algunos niños que tienen esta enfermedad cutánea.
Los científicos desaconsejan los alimentos que contengan níquel y cobalto, como los garbanzos y los productos basados en la soja. El té, el café y el chocolate también resultan perjudiciales en estos pacientes, así como las nueces de Brasil, el maní y las semillas de lino. El huevo y los mariscos son otros alimentos que pueden generar alergias en los pequeños que tienen dermatitis atópica.
La introducción secuencial de alimentos sólidos en la dieta de los infantes ayuda a identificar los alimentos que funcionan como alergenos y desatan reacciones patológicas. Es importante que los padres de niños con dermatitis atópica consulten con sus pediatras y dermatólogos la mejor dieta para sus hijos, tomando en cuenta las diferencias culturales en la alimentación y los factores socioeconómicos familiares a la hora de alimentarse.
Referencias bibliográficas:
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