La inflamación crónica del intestino grueso puede provocar trastornos en distintos órganos del cuerpo y generar complicaciones peligrosas. Descubre a qué síntomas debes estar atento.
La colitis ulcerosa afecta a la mucosa que tapiza por dentro el colon o intestino grueso, causando diarreas frecuentes, con sangre y mucosidad, y dolor abdominal de tipo cólico (especialmente del lado izquierdo). Sin embargo, esta enfermedad inflamatoria crónica no sólo afecta al colon; también puede tener manifestaciones extra-intestinales en el 27% de los pacientes. Entre ellas, se destacan el enrojecimiento y picazón en los ojos, las llagas en la boca, la inflamación y dolor en las articulaciones, el daño hepático, los problemas renales, las erupciones y úlceras en la piel, entre otros.
Los síntomas pueden ser leves en ciertos pacientes, mientras que se tornan graves en otros. La inflamación característica de esta enfermedad autoinmune puede conducir a complicaciones serias e, incluso tornarse letal, aunque raramente lo es. De todos modos, los pacientes suelen tener una esperanza de vida 5 años menor a la del resto de la población.
Consecuencias graves de la inflamación en la colitis ulcerosa
Entre las complicaciones más severas de la colitis ulcerosa, figuran:
Megacolon tóxico: en casos infrecuentes de inflamación crónica severa, el colon se dilata más de 6 centímetros, su pared se vuelve fina y pierde la capacidad de contraerse. Además de dolor abdominal agudo y diarrea sanguinolenta, el paciente muestra signos de toxicidad sistémica, como hipotensión, fiebre, anemia, cambios en el estado mental y taquicardia. En algunos pacientes con colitis ulcerosa, el megacolon tóxico puede ser resultado de una infección con citomegalovirus, Clostridium difficile u otros microbios. El megacolon tóxico puede generar en pocos días una perforación del intestino grueso que requiera una cirugía de urgencia para evitar la muerte. El tratamiento consiste generalmente en corticoesteroides, antibióticos e inmunosupresores.
Colangitis esclerosante primaria: es una enfermedad de los conductos biliares dentro y fuera del hígado que se produce en el 2,5 al 5% de los pacientes con colitis ulcerosa, según distintos estudios. Se caracteriza por una inflamación y endurecimiento de las paredes de los conductos biliares que genera cicatrices (cirrosis) en el hígado. Los síntomas pueden ir desde la fatiga y picazón general hasta el dolor abdominal y la ictericia (ojos y piel amarilla). Algunos pacientes experimentan fiebre, escalofríos, sudoración nocturna, pérdida de peso y agrandamiento del hígado o el bazo. El estrechamiento progresivo de los conductos biliares genera lentamente un daño hepático que, finalmente, suele requerir un trasplante de hígado. Si se diagnostica en un paciente una colangitis esclerosante primaria, es importante prestarle atención a la enfermedad intestinal inflamatoria porque existe un mayor riesgo de cáncer de colon.
Cáncer colorrectal: Los pacientes con colitis ulcerosa moderada a severa deben ser seguidos de cerca, y evaluados mediante colonoscopías, análisis de materia fecal y biomarcadores específicos (como la calprotectina fecal) para evaluar la potencial malignización de las células que tapizan el intestino grueso. Se estima que después de 20 años del diagnóstico de colitis ulcerosa, el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal es del 4,5%.
Evitar los síntomas y la progresión de la enfermedad
Debido a su impacto en la calidad de vida y sus complicaciones, es muy importante que los pacientes con colitis ulcerosa reciban un tratamiento temprano que limite la inflamación y las reacciones autoinmunes del sistema defensivo del organismo.
Aunque se han desarrollado numerosos tratamientos innovadores en los últimos tiempos que intervienen en distintas vías inmunológicas – tales como los anticuerpos monoclonales contra el factor de necrosis tumoral, diversas interleuquinas y pequeñas moléculas que actúan sobre enzimas intracelulares o ciertos receptores de células defensivas- todavía los nuevos fármacos no logran la remisión de los síntomas más que en el 30 al 60% de los pacientes.
De ahí que se sigan desarrollando nuevas drogas, como la efaveleukina alfa, que ya se ensaya en países de América Latina para mejorar el tratamiento de la colitis ulcerosa moderada a severa con mayor eficacia y menor toxicidad que los fármacos biológicos actuales.
Colitis ulcerosa: nuevo tratamiento en estudio
En México y Argentina se está llevando a cabo un estudio para que tiene como objetivo averiguar si el efavaleukin alfa puede ayudar a los pacientes con colitis ulcerosa moderada a grave a lograr una remisión clínica, es decir, controlar los síntomas y evitar nuevos brotes.
Personas diagnosticadas que deseen participar de este estudio, pueden postularse completando un breve cuestionario disponible en esta página.
Si cumple con los requisitos médicos, nuestro equipo de Asistencia a la Comunidad se pondrá en contacto en un plazo máximo de 72 horas.
Argentina: formulario de inscripción
México: formulario de inscripción
Referencias bibliográficas
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