Médicas especialistas resaltaron la importancia de la investigación clínica para el avance en medicina y ofrecerles más alternativas a los pacientes.
Un ensayo clínico es un estudio en el que se evalúan nuevas drogas o combinaciones de tratamientos para entender mejor su eficacia y seguridad. Aunque estos medicamentos no estén disponibles comercialmente, ya han demostrado su utilidad en otras fases del estudio. En este tipo de investigaciones, lo que se busca es comparar el nuevo tratamiento con los métodos convencionales para determinar si ofrece ventajas significativas, como menor cantidad de efectos adversos o mayor efectividad en el control de la enfermedad.
Desmitificando los ensayos clínicos
En Argentina, los ensayos clínicos juegan un rol clave en el avance científico y, al mismo tiempo, brindan la oportunidad de probar tratamientos innovadores que aún no están comercialmente disponibles. Sin embargo, una de las barreras que enfrentan muchos pacientes es el temor a convertirse en “conejillos de indias”.
“A veces los pacientes tienen miedo, piensan ‘¿qué me va a pasar?’, ‘no sé los resultados, no está aprobada, ¿por qué tengo que entrar en un ensayo?’”, señala la Dra. Dorotea Fantl. Sin embargo, participar en un ensayo clínico no significa estar expuesto a lo desconocido. De hecho, estas investigaciones se realizan bajo estrictos controles y protocolos que garantizan la seguridad de los participantes. En muchos casos, el acceso a estos ensayos abre nuevas oportunidades de tratamiento, especialmente cuando las opciones disponibles no son suficientes para controlar la enfermedad.
“Entrar en un ensayo le abre al paciente una nueva puerta”, afirma la dra. Fantl, ya que estos tratamientos suelen ofrecer nuevas líneas de tratamiento que permiten controlar la enfermedad en algunos casos.
¿Cómo se toma la decisión de participar en un ensayo clínico?
La decisión de incluir a un paciente en un ensayo clínico no se toma a la ligera. Es un proceso conjunto entre el médico y el paciente, basado en una evaluación cuidadosa de la situación clínica. Los médicos que trabajan en centros de investigación siempre están en constante comunicación con otros profesionales para identificar ensayos adecuados para sus pacientes.
La Dra. Rosario Custidiano explica que “no todos los centros tienen ensayos clínicos disponibles, y a veces el paciente puede aplicar a otro ensayo en otro centro”. Cuando un paciente está en recaída o en progresión, el médico considera todas las opciones, incluyendo la posibilidad de ingresar en un ensayo clínico. “Es como que el médico siempre trata de estar un paso adelante”, añade Rosario, anticipándose a lo que pueda suceder.
El proceso de consentimiento informado
Una vez que se ha decidido que un paciente es apto para un ensayo clínico, el siguiente paso es firmar el consentimiento informado. Este documento garantiza que el paciente ha comprendido de qué se trata el estudio, cuáles son las posibles ventajas y los riesgos asociados. Es similar a leer el prospecto de un medicamento, donde se explican todas las posibles reacciones adversas, pero adaptado a la situación específica del ensayo clínico.
Por eso, la dra. Custidiano destaca la importancia de este proceso, ya que “es la instancia más importante porque es donde necesitamos poder transmitir la confianza de todo lo que va a suceder”. El paciente debe comprender todas las opciones y estar completamente informado antes de tomar una decisión.
¿Qué significa para Argentina participar en ensayos clínicos?
Para muchos pacientes, participar en un ensayo clínico en Argentina puede ser la única oportunidad de acceder a tratamientos que aún no están disponibles en el país. La dra. Paola Ochoa explica que “para muchos pacientes, participar en un estudio clínico va a ser la posibilidad de acceder a un tratamiento que no está comercializable en el país”. Esto es especialmente relevante para aquellos con enfermedades avanzadas o recaídas que han agotado otras opciones.
Además, los ensayos clínicos no solo benefician a los pacientes que participan en ellos, sino que también contribuyen al avance de la medicina en general. “Los pacientes están ayudando a futuros pacientes a ver cuál es el mejor esquema para cada momento de la enfermedad”, añade Paola, destacando cómo su participación en estos estudios permite mejorar los tratamientos disponibles para las generaciones futuras.