La rara enfermedad autoinmune suele manifestarse en los chicos y jóvenes de forma más localizada que en los mayores. Conoce cómo se diferencias los síntomas y cuáles son los tratamientos que podrían evitar que la esclerodermia progrese.
Aunque es una enfermedad rara que afecta a la piel de los adultos, especialmente entre los 20 y los 40 años, la esclerodermia también se puede presentar en los niños. La principal diferencia, según un reciente estudio realizado en Turquía, reside en que los chicos suelen padecer la forma cutánea limitada, mientras que en los grandes el problema más frecuente, además de las cicatrices y manchas, es la enfermedad pulmonar intersticial, que conduce a la muerte antes de los 5 años del diagnóstico en el 35% de los casos.
El promedio de edad en la que se manifiesta la esclerodermia en los niños son los 10 años. En general, los síntomas en la infancia incluyen:
– Inflamación en las articulaciones (artritis)
– Dolor en las articulaciones (artralgia)
– Úlceras en las puntas de los dedos
– Engrosamiento de la piel´
– Cambios de color en la piel de manos y pies (fenómeno de Raynaud)
La esclerosis juvenil es una enfermedad aún más rara que la esclerodermia en los adultos y se presenta clínicamente en forma diferente. Se estima que entre 1,5% y 11% de los casos de esclerosis sistémica comienzan en la infancia, pero no necesariamente se agravan con los años. La causa de la esclerodermia infantil es desconocida y, aunque se cree que puede haber factores hereditarios, hay pocas familias que tengan varios miembros con esclerodermia. Entre el 10 y el 30% de los pacientes con esclerodermia sí tienen parientes con alguna enfermedad autoinmune, como el lupus o la artritis reumatoidea.
Los niños y jóvenes son más propensos a desarrollar una enfermedad limitada a la piel y los tejidos adyacentes (músculo, hueso) y, también, a padecer arritmias cardíacas. Los adultos, en cambio, tienen más afectados sus órganos internos y pueden desarrollar hipertensión arterial, además de trastornos gastrointestinales.
De todos modos, tanto unos como otros pueden sufrir problemas a nivel del corazón, los pulmones y los riñones, además del endurecimiento de la piel que los hace percibir “que se convierten en piedra”. Cuando la esclerosis es sistémica y afecta a varios órganos, el riesgo de morir tempranamente es alto.
Tratamientos tradicionales y novedosos para esclerodermia sistémica
La tríada de vasculitis (inflamación y contracción de los vasos sanguíneos), autoinmunidad (anticuerpos que atacan a los propios tejidos) y fibrosis (endurecimiento por exceso de producción de colágeno) puede presentarse a cualquier edad, aunque es mucho más común en los adultos. Éstos tienen más riesgo de morir y suelen ser tratados más agresivamente por las complicaciones cardiopulmonares. Los niños reciben corticoides o metotrexato como tratamiento para el dolor y la inflamación. La piel de la mitad de los jóvenes suele mejorar a los 4 o 5 años del diagnóstico.
Algunos dermatólogos recomiendan la irradiación con rayos ultravioletas tipo A (UVA) en las manos para mejorar los síntomas cutáneos y, también, las reacciones autoinmunes. Pequeños estudios han mostrado que la piel puede recuperar elasticidad y tornarse más suave en los jóvenes con dosis bajas de UVA.
En los adultos, el objetivo hoy es evitar la progresión de la enfermedad cutánea hacia situaciones discapacitantes, que impidan trabajar en la etapa más productiva y afecten severamente la calidad y la duración de la vida.
Aunque se han desarrollado distintos fármacos inmunosupresores en los últimos tiempos con este fin, algunos tienen severos efectos adversos y otros no logran evitar la muerte por falla respiratoria o renal. Por eso, científicos de todo el mundo siguen buscando moléculas eficaces y seguras para tratar a los pacientes en las etapas iniciales de la enfermedad, antes de que los pulmones se endurezcan e impidan la oxigenación normal.
Un nuevo tratamiento en investigación para esclerodermia
El laboratorio Boehringer Ingelheim desarrolló una droga innovadora que apunta a un mecanismo común a distintas enfermedades autoinmunes que producen fibrosis y alteraciones vasculares en los órganos. Esta molécula se está probando ahora con pacientes que tienen esclerodermia sistémica en decenas de países del mundo, incluidos España, Argentina, Chile, México y Brasil.
En la investigación pueden participar voluntarios mayores de 18 años de ambos sexos con un diagnóstico de esclerodermia menor a los 5 años y con evidencia de enfermedad activa: engrosamiento de la piel en codos u otras áreas del cuerpo y úlceras en los dedos, pero sin hipertensión pulmonar.
El objetivo del tratamiento, que se administrará oralmente tres veces por día, es dejar de ofrecer tratamientos para los distintos síntomas en forma independiente y concentrarse en el mecanismo central que genera el engrosamiento progresivo de los órganos (fibrosis) y el daño de los pequeños vasos que irrigan el órgano respiratorio.
Técnicamente, la molécula que se experimenta en este ensayo estimula un receptor celular para el óxido nítrico (una enzima conocida como sGC). Al intervenir en la vía bioquímica del óxido nítrico, la droga tiene un efecto vasodilatador, además de evitar la activación de células inmunológicas. En última instancia, se espera que mejore la función cardiopulmonar.
El estudio durará 11 meses y los pacientes que reciban la droga o el placebo durante la fase 2 de investigación pasarán por distintos tests para medir su capacidad para respirar y hacer ejercicio. En la semana 48 del estudio se hará una evaluación de la declinación de la función pulmonar, del estado de la piel y del fenómeno de Raynaud, entre otros parámetros de la salud de cada voluntario. Si esta fase resulta exitosa y segura, comenzará la etapa final para aprobar este fármaco para la esclerosis sistémica cutánea difusa.
Referencias bibliográficas:
Adrovic A, Karatemiz G, Esatoglu SN, Yildiz M, Sahin S, Barut K, Ugurlu S, Hatemi G, Kasapcopur O, Seyahi E. Juvenile and adult-onset scleroderma: Different clinical phenotypes. Semin Arthritis Rheum. 2023 Mar 29;60:152197. doi: 10.1016/j.semarthrit.2023.152197. Epub ahead of print. PMID: 37031645.
Clinical Trials. A Study in People With Systemic Sclerosis to Test Whether BI 685509 Has an Effect on Lung Function and Other Systemic Sclerosis Symptoms. https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT05559580
Zulian F. Scleroderma in children. Best Pract Res Clin Rheumatol. 2017 Aug;31(4):576-595. doi: 10.1016/j.berh.2018.02.004. Epub 2018 Mar 27. PMID: 29773274.