El lupus eritematoso se caracteriza por erupciones en la piel, dolores articulares y fatiga. Pero hay muchos otros síntomas con los que puede manifestarse este trastorno autoinmune. Conocé cuáles son los más raros.
Como otras enfermedades autoinmunes, el lupus se caracteriza por un ataque a distintos tejidos del propio organismo y, especialmente, a la piel expuesta al sol. Pero el lupus es, esencialmente, un gran imitador. Puede originar placas en la piel que se descaman, como la psoriasis. Puede provocar dolores en las articulaciones, como la artritis reumatoidea. Puede afectar las funciones cognitivas y presentarse con brotes que remiten periódicamente, como la esclerosis múltiple. Puede darse en familias, como ciertas enfermedades del riñón. Y puede malignizarse, como los lunares. Pero el lupus también es una enfermedad autoinmune con características propias.
Para empezar, los médicos suelen mencionar la erupción rojiza con forma de mariposa que aparece sobre el puente de la nariz y las mejillas. Esta mancha se asemeja la cara de un lobo, que en latín se dice “lupus”; de ahí el nombre de la enfermedad y los mitos sobre el “hombre lobo”. Los especialistas suelen destacar también su aparición juvenil y su preponderancia en las mujeres. Pero el lupus es, básicamente, una enfermedad autoinmune inflamatoria que se manifiesta en muchas formas diferentes, con gravedad variable. Las formas más conocidas del lupus son:
– Lupus agudo: se presenta con fiebre, caída del cabello, cefaleas, epilepsia, psicosis u otros síntomas activos;
– Lupus eritematoso cutáneo subagudo (SCLE): localizado en la piel de cara, brazos y torso;, se caracteriza por manchas anulares y ampollas después de la exposición al sol.
– Lupus eritematoso crónico o discoide (LD): se manifiesta con manchas redondas rojizas o violáceas (que se descaman) en la cara, el cuero cabelludo y las orejas después de exponerse al sol;
– Lupus eritematoso sistémico (LES): se caracteriza por síntomas inflamatorios en distintos órganos, como el riñón, el corazón, los pulmones y, también, la piel. Generalmente produce brotes que desaparecen y reaparecen a lo largo del tiempo.
– Lupus inducido por medicamentos: desaparece al dejar de tomarlos.
– Lupus neonatal (LEN): afecta a los recién nacidos y, generalmente, es transmitido por anticuerpos de la madre.
Síntomas infrecuentes
Si bien las erupciones en la piel expuesta al sol son el síntoma más frecuente, el lupus puede manifestarse de formas inusuales, con inflamaciones recurrentes de la pleura que rodea a los pulmones, con dificultad para respirar, hinchazón en las piernas y alrededor de los ojos, pericarditis, miocarditis, úlceras en la boca, uñas quebradizas, dolor de garganta o, también, alucinaciones, delirios u otros síntomas neurológicos.
El 25 % de los pacientes con lupus experimenta depresión y el 37 % presenta síntomas de ansiedad. Alrededor del 10% presentan síntomas psicóticos. Los cambios en la personalidad y los trastornos cognitivos (especialmente, de la memoria) pueden manifestarse en el lupus sistémico, así como también la inflamación del bazo (esplenomegalia) y de ganglios en distintas partes del cuerpo.
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Algunos pacientes sufren de vértigo, mientras que otros experimentan coágulos sanguíneos y otros trastornos de la sangre. La pérdida de visión a veces se combina con úlceras y ampollas en las encías.
En algunos pacientes pueden ocurrir convulsiones, accidentes cerebrovasculares y mielitis transversa (inflamación de la médula espinal). Pero no todos los lupus son tan graves. Hay casos leves, que sólo afectan un poco la piel y nada los riñones ni el corazón. También existen lupus moderados, que dejan cicatrices y parches visibles en la cara y en el cuero cabelludo.
Dolores y recomendaciones
El 90% de los pacientes con lupus tiene dolores articulares, sobre todo en los dedos de las manos, muñecas, codos, rodillas y pies. El síndrome de Raynaud (dedos de manos y pies que cambian de color entre blanco, azul y rojo) es también frecuente en el lupus sistémico y se desencadena ante bajas temperaturas y situaciones estresantes.
La fatiga extrema es habitual en los pacientes con lupus, que suelen tener una baja calidad de vida. El estrés y la mala alimentación son grandes disparadores de brotes de lupus, por lo cual es muy importante que los pacientes mantengan un estilo de vida saludable, con ejercicio moderado y una dieta con grandes cantidades de frutas, verduras y granos integrales, y en lo posible con poca sal, bajas calorías y escasas proteínas, sin fumar ni tomar alcohol. También es fundamental que eviten exponerse al sol y mantengan su piel hidratada de acuerdo con las indicaciones de un dermatólogo.
Referencias bibliográficas:
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