Cada 14 de abril se conmemora el Día Mundial del Mal de Chagas. ¿Qué es esta enfermedad silenciosa, cuáles son sus síntomas y qué tratamientos se están investigando? Te lo contamos todo, con cifras y avances en estudios clínicos.
El Mal de Chagas es una enfermedad que afecta a entre 6 y 7 millones de personas en todo el mundo, la mayoría de ellas en América Latina. Aunque suele ser silenciosa en sus primeras fases, puede causar complicaciones graves en el corazón y el sistema digestivo si no se detecta y trata a tiempo.
Conocido también como tripanosomiasis americana, el Mal de Chagas es causado por el parásito Trypanosoma cruzi, transmitido principalmente por insectos conocidos como vinchucas. Sin embargo, también puede transmitirse por vía congénita, transfusiones de sangre, trasplantes o por consumo de alimentos contaminados. A pesar de los esfuerzos, el Chagas sigue siendo una enfermedad desatendida.
¿Qué es el Mal de Chagas y cómo se transmite?
El Mal de Chagas es una enfermedad parasitaria causada por el Trypanosoma cruzi. Este parásito vive en la sangre y tejidos de humanos y animales, y en el intestino de insectos como la vinchuca (Triatoma infestans), que actúan como vectores. El contagio ocurre cuando la vinchuca pica y defeca cerca de la herida, permitiendo que el parásito ingrese al cuerpo si la persona se rasca.
Más allá de la transmisión vectorial, existen otras vías no menos importantes: puede pasar de madre a hijo durante el embarazo, mediante transfusiones de sangre o trasplantes de órganos infectados, e incluso por el consumo de alimentos contaminados. Estas rutas no vectoriales son especialmente relevantes en zonas urbanas o donde la vinchuca ya no está presente.
Síntomas: una enfermedad que avanza en silencio
El Mal de Chagas tiene tres fases clínicas. En la fase aguda, que dura entre 15 y 60 días, los síntomas pueden incluir fiebre prolongada, diarrea, dolor de cabeza, fatiga, vómitos y malestar general. Sin embargo, muchas veces estos síntomas son leves o inexistentes, lo que dificulta su detección.
La fase indeterminada puede extenderse durante años o incluso toda la vida sin que la persona presente síntomas. La única manera de detectar la enfermedad en esta etapa es mediante un análisis de sangre. Finalmente, entre 20 y 30 años después de haber contraído la infección, algunas personas desarrollan la fase crónica, que puede dañar gravemente el corazón, el sistema digestivo y el sistema nervioso.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico se realiza mediante pruebas serológicas, como ELISA o inmunofluorescencia indirecta, que permiten detectar anticuerpos contra el T. cruzi. En la fase aguda, también puede observarse el parásito directamente en sangre.
El tratamiento actual incluye dos medicamentos: benznidazol y nifurtimox. Ambos son más efectivos en etapas tempranas de la enfermedad y, aunque no siempre eliminan por completo el parásito, pueden frenar la progresión y reducir el daño a largo plazo. El tratamiento debe estar siempre supervisado por un profesional de la salud, ya que puede causar efectos adversos, especialmente en adultos mayores.
Nuevos estudios clínicos para el mal de Chagas
Afortunadamente, la investigación continúa. Actualmente hay ensayos clínicos que buscan mejorar los tratamientos para el Mal de Chagas. Uno de ellos investiga el fármaco FEXINIDAZOL (NCT03672487), un antiparasitario que ya se usa para otras enfermedades tropicales y que podría simplificar el tratamiento con una dosis más corta y menos efectos secundarios.
Otro estudio (NCT04897516) se centra en pacientes con la fase crónica de Chagas para evaluar terapias que disminuyan el daño cardíaco. Además, el ensayo NCT01650792 está explorando una formulación modificada del benznidazol con potenciales beneficios en eficacia y tolerancia. Estas investigaciones ofrecen una nueva esperanza para millones de personas afectadas.
Chagas en cifras: una realidad invisibilizada en América Latina
Según la Organización Mundial de la Salud, el Mal de Chagas afecta principalmente a América Latina, aunque los casos han aumentado en países no endémicos debido a la migración. Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia y México concentran la mayoría de los casos.
En América Latina, se estima que alrededor de 65 millones de personas están en riesgo de contraer la enfermedad. Más de 10.000 personas mueren anualmente por complicaciones derivadas del Chagas, y solo una pequeña parte de los infectados recibe tratamiento. Esta brecha en el acceso al diagnóstico y tratamiento refleja la necesidad urgente de políticas de salud pública y campañas de concientización sostenidas.
Bibliografía
- Organización Mundial de la Salud. Enfermedad de Chagas (tripanosomiasis americana)
- Un Ensayo para Mí