Sin investigación, la medicina no avanza

Publicado hace 5 años por Un ensayo para mí

Entrevista a Ezequiel Klimovsky, médico MN 69535 | MP 38318 (Pcia. Bs. As.) 

Los ensayos clínicos son fundamentales para la medicina. Al respecto dialogamos con el profesional para develar mitos  y romper tabúes.

Ezequiel Klimovsky es médico ginecólogo, obstetra y Secretario Académico de la Maestría en Investigación Clínica Farmacológica de la Universidad Abierta Interamericana. Hace muchos años se dedica a temas de calidad en investigación.  Por eso nos reunimos con él para conversar sobre la importancia de los ensayos clínicos y la participación de los pacientes en los mismos.

“Los ensayos clínicos son muy importantes porque sin investigación no avanza la medicina, así lo dice la Declaración de Helsinki que es el documento más importante del mundo en ética de la investigación”, comienza explicando Klimovsky.  

Para la realización de estos ensayos es vital la participación de los pacientes “porque si la gente no participa, los ensayos clínicos no se pueden hacer.  La investigación del ensayo clínico es la mejor manera que tenemos para saber lo que es bueno en medicina.  Se hacen para saber, aprender y descubrir conocimientos que van a ser útiles para toda la humanidad”.

“Si las personas no participan no se puede investigar y la investigación del ensayo clínico es la mejor manera que tenemos para saber lo que es bueno en medicina”.

 

Derrotando mitos

Klimovsky considera que el mayor inconveniente que tienen los ensayos clínicos actualmente para que las personas se animen a participar tiene que ver con la mentalidad.  “La mejor manera de saber si un tratamiento médico es bueno o malo es con un ensayo clínico. Lo que pasa es que a la gente a veces le cuesta entender esto porque todos sabemos que existe la medicina desde hace miles de años y entonces nos preguntamos “¿Cómo puede ser si hace miles de años la gente se viene tratando con ciertas cosas sin ensayos clínicos que ahora sean tan importantes?” Justamente eso es lo que hay que de alguna manera actualizar y darnos cuenta que muchas de las cosas que hacíamos en medicina como tratamientos que no estaban fundamentados en ensayos clínicos, en verdad no eran buenas para la gente.  El primer ensayo clínico que se hizo completo fue hace 70 años”, afirma Klimovsky.

 

Otro de los factores contra los que se debe luchar, es el eterno tema de los tabúes y prejuicios existentes alrededor de los ensayos clínicos.  “Hace años que hay muchas películas y literatura en las que se habla de las empresas farmacéuticas como si fueran los malvados que se aprovechan de la gente. En general los nuevos medicamentos son caros de desarrollar y la mayoría de las veces están a cargo de compañías multinacionales. Desde los últimos 20 años en Argentina existe el ANMAT que regula las investigaciones.  Por otro lado, puede ser por este prejuicio de que son compañías multinacionales y entonces la gente piensa que vienen a aprovecharse de nosotros que estamos en Sudamérica, lo cual no es cierto para nada por que la mayoría de las investigaciones se hacen en los países centrales y en los países periféricos y como no alcanza la cantidad de pacientes allá, entonces nos piden a nosotros un pequeño porcentaje de pacientes para ayudar a cumplir más rápido con el número que se necesita”, explica y continúa:  “Según la FDA,  que es la agencia regulatoria de medicamentos norteamericana, desde el año 2000 Latinoamérica tenía más o menos un 10% de los pacientes, mientras que 60 o 70 % eran norteamericanos o europeos.  También está el mito de si los pacientes son conejillos de indias, pero obviamente los pacientes no lo son porque dan consentimientos”.

 

Terminar con los tabúes

Un aspecto que Ezequiel Klimovsky resaltó para desmitificar los tabúes existentes alrededor de los protocolos médicos es el aspecto ético. “Ningún ensayo clínico es ético si la probabilidad de beneficio para la persona es menor que el riesgo, pero no tenemos garantizado el beneficio porque si supiéramos que esto es bueno no lo estudiaríamos.  Todas esas investigaciones antes de hacerse tienen que tener la aprobación de un comité de ética multidisciplinario. En Argentina, cuando la investigación es de medicamentos también participa la ANMAT, que verifica que la investigación sea ética antes de que se haga, y después la mayoría de las provincias tienen una autoridad local que también evalúa”, destaca.

En lo relacionado a los beneficios que un ensayo clínico puede traer a los pacientes, Klimovsky considera que hay varias ganancias en ese sentido. “El primer beneficio es que con eso va a estar ayudando a todos los demás que tengan su enfermedad.  En segundo lugar, está la posibilidad de mejorarse. El tercer beneficio es que como uno está ayudando a la ciencia y los médicos investigadores necesitan de nuestros datos, en general en las relaciones médico – paciente en una investigación de alguna manera se equilibra y por lo general se ocupa mucho más de los pacientes que la medicina asistencial. Un beneficio adicional es que en estas investigaciones todo es gratuito porque obviamente es un requisito ético.  Todo eso es una ayuda y en general hace que haya más contención y sea más fácil participar”, concluye.