Ricardo es paciente voluntario de un ensayo clínico para artritis psoriásica en la Argentina. Luego de un largo camino, la investigación clínica le ofreció una luz de esperanza. Conocé su historia.
A los 40 años Ricardo tuvo que aprender a convivir con su diagnóstico: artritis psoriásica. Su primer brote empezó de forma pequeña, sin demasiados inconvenientes. Pero a los meses, los brotes se prolongaron hasta llegar al punto más avanzado de la patología.
La artritis psoriásica es una enfermedad autoinmune que afecta las articulaciones, principalmente en la columna, las manos y los pies. Inclusive, puede presentar afectaciones en las uñas y dactilitis, más conocido como dedos de salchicha. Se estima que entre el 10 – 15% de las personas con psoriasis pueden manifestar artritis psoriásica.
Los primeros síntomas
Al principio, “no podía caminar, no podía apoyar los pies. Las piernas se me empezaban a endurecer. Un día me dolía una pierna, no entendía por qué. Al otro día, pasaron dos días, me duele la otra pierna”, recuerda Ricardo. Cuando empezaron a empeorar y ser más frecuentes, decidió atenderse por un profesional. Tras varios estudios lo diagnosticaron con artritis psoriásica.
“A uno lo ven sentado y dicen está perfecto, pero por dentro uno no puede abrir un frasco. Me cuesta levantarme, me cuesta atarme las zapatillas, me cuesta todo. Aunque uno se va acostumbrando al dolor, lamentablemente se va acostumbrando”, hace mención Ricardo sobre las dificultades de la enfermedad.
La oportunidad de participar en un ensayo clínico
Su familia empezó a preocuparse por el avance acelerado de la artritis psoriásica. Hasta que su esposa encontró un tratamiento en investigación, a través de Un Ensayo para Mí. Con miedos e incertidumbres, pero sobre todo con el objetivo de poder recuperar su autonomía, decidió postularse para participar.
“Lo primero que piensa uno es voy a hacer un conejito de indias“, ríe. “Pero nada que ver, me sentí en una clínica normal. Me explicaron todo, que no me iba a pasar nada y cómo era el estudio”. Es que participar de un estudio de investigación representa la oportunidad de acceder a controles médicos frecuentes, análisis, y evaluaciones de su estado de salud sin ningún costo.
Asimismo, los pacientes son protagonistas del avance de la ciencia y del descubrimiento de nuevos tratamientos. Sobre esto, afirma: “yo creo que va a ser un bien para los pacientes, un bien para la ciencia, un bien para encontrar un medicamento”. Al finalizar, menciona que “siempre hay que intentar y siempre hay que ir para adelante.”