Con motivo del Día Mundial de la enfermedad de Parkinson, es crucial reflexionar sobre la creciente incidencia y las complejidades que rodean esta afección neurológica.
La Enfermedad de Parkinson afecta a 1 de cada 100 personas mayores de 60 años y se estima que para el año 2030 habrán alrededor de 12 millones de pacientes en el mundo, según arrojan los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Si bien el 11 de abril fue instaurado como el Día Mundial de la Enfermedad de Parkinson en conmemoración al nacimiento de James Parkinson, médico y sociólogo británico, que descubrió la enfermedad, el motivo de esta celebración también busca concientizar a la población acerca de este padecimiento neurodegenerativo.
La enfermedad en el mundo
La enfermedad de Parkinson no distingue edad, y aunque es más prevalente en personas mayores, afecta al 2% de los mayores de 65 años y al 4% de los mayores de 80 años. Sin embargo, sorprendentemente, alrededor del 15% de los casos se diagnostican en personas menores de 50 años, un fenómeno conocido como enfermedad de Parkinson de inicio temprano.
Este trastorno neurológico complejo, cuya etiología aún no está completamente comprendida, es una interacción de factores genéticos y ambientales, como la exposición a pesticidas o disolventes industriales, y un estilo de vida sedentario.
Aunque los tratamientos actuales para la enfermedad se centran en aliviar los síntomas, la investigación continúa hacia terapias más efectivas y una posible cura.
Con el aumento proyectado de casos, es imperativo no solo avanzar en la investigación médica, sino también mejorar los servicios y el apoyo destinado a quienes viven con Parkinson y sus familias.
¿Cómo reconocer los primeros síntomas de la enfermedad de Parkinson?
Reconocer los primeros signos de la enfermedad de Parkinson puede ser desafiante, pero es crucial para iniciar un tratamiento temprano, ya que no solo puede mejorar la calidad de vida del paciente, sino que también puede ralentizar la progresión de la enfermedad.
Descubre los 10 síntomas que debes tener en cuenta:
1. Temblor: El temblor en reposo, especialmente asimétrico al principio y luego afectando ambos lados del cuerpo, es un indicador común. Aunque el temblor puede ser normal en ciertas circunstancias, su persistencia y características específicas pueden indicar la EP.
2. Cambios en la escritura: La micrografía, donde la escritura se vuelve pequeña y apretada con el tiempo, puede ser un signo revelador. Aunque la escritura puede cambiar con la edad, la progresión constante y otros síntomas motores pueden sugerir la presencia de EP.
3. Pérdida del olfato: La hiposmia, o pérdida del sentido del olfato, es común en pacientes con EP. Aunque las alteraciones del olfato pueden ser temporales debido a condiciones como resfriados, su persistencia puede indicar preocupaciones más serias.
4. Problemas para dormir: Los trastornos del sueño, como dificultades para conciliar el sueño o movimientos involuntarios durante la noche, pueden estar asociados con la EP. Aunque es normal tener noches de sueño irregular, la consistencia de estos problemas puede ser una señal de alarma.
5. Dificultades para moverse o caminar: La rigidez, falta de equilibrio y movimientos restringidos pueden indicar problemas motores asociados con la EP. Aunque el dolor o la artritis pueden causar problemas de movimiento, su persistencia y relación con otros síntomas pueden justificar una evaluación más profunda.
6. Náuseas y estreñimiento: Estos síntomas digestivos pueden estar relacionados con los cambios cerebrales de la EP. Mientras que ciertas condiciones de salud y medicamentos pueden contribuir a estos problemas, su aparición junto con otros síntomas motores puede requerir atención médica.
7. Cambios en la voz y expresión facial: Alteraciones en la voz, como hablar entrecortado o una expresión facial rígida, pueden ser signos de EP. Aunque los cambios temporales en la voz son normales, su persistencia y relación con otros síntomas deben ser considerados.
8. Mareos o desmayos: Sentirse mareado o desmayarse puede ser un indicador de la EP, especialmente si ocurre con frecuencia. Aunque la sensación ocasional de mareo es normal, su repetición debe ser evaluada por un profesional médico.
9. Postura encorvada: Los cambios posturales, como hombros encorvados o inclinación hacia adelante, pueden ser síntomas tempranos de la EP. Aunque la postura puede verse afectada por lesiones, su progresión constante y relación con otros síntomas pueden indicar preocupaciones subyacentes.
10. Enmascaramiento Facial (Hipomimia):
La rigidez o la lentitud en los movimientos de los músculos faciales debido al Parkinson pueden dificultar la sonrisa, el levantamiento de las cejas o la expresión de emociones faciales. Esto se conoce como enmascaramiento facial o hipomimia. Si experimentas estos síntomas, es crucial consultar a un médico.
Si experimentas más de uno de estos síntomas, es importante buscar orientación médica con un médico especialista en neurología o un médico clínico que pueda orientarte. Un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia en tu bienestar futuro.
Referencias bibliográficas:
-Parkinson’s Foundation: https://www.parkinson.org/espanol/entendiendo-parkinson/10signos
-Vademecum.es: La enfermedad de Parkinson es la enfermedad neurológica que más aumenta en prevalencia, mortalidad y discapacidad en el mundo