Descubre cómo prevenir y tratar la obesidad infantil. Consejos de expertos sobre hábitos saludables, alimentación, actividad física y su relación con enfermedades cardiovasculares.
La obesidad infantil es un problema de salud pública en crecimiento, que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades graves en la adultez, como hipertensión arterial, diabetes tipo 2 y dislipidemia. Según la Federación Argentina de Cardiología (FAC), abordar esta problemática desde la infancia es clave para prevenir complicaciones a largo plazo.
¿Qué es la obesidad?
La obesidad se define como una acumulación excesiva de grasa corporal que afecta negativamente la salud. Si bien el índice de masa corporal (IMC) es un indicador común, los especialistas recomiendan evaluar también la circunferencia de la cintura y la relación cintura-altura para detectar riesgos cardiometabólicos.
El Dr. Jorge Riera Stival, de la FAC, advierte que la grasa visceral, que se acumula alrededor de los órganos, es especialmente peligrosa, ya que incrementa la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
¿Por qué aumenta la obesidad infantil?
El incremento de la obesidad en niños se debe, en gran parte, a factores ambientales y de estilo de vida:
- Alimentación ultraprocesada: Productos con alto contenido de azúcar, grasas saturadas y calorías vacías.
- Sedentarismo: Uso excesivo de pantallas y falta de actividad física.
- Factores sociales: Entornos que limitan el acceso a alimentos saludables o espacios para hacer ejercicio.
Estos hábitos, si no se modifican, aumentan la posibilidad de que los niños con obesidad desarrollen enfermedades cardíacas en la adultez.
Consecuencias para la salud
La obesidad infantil no solo afecta la autoestima y la calidad de vida, sino que también está relacionada con:
- Hipertensión arterial: Aumento de la presión en las arterias, que puede dañar órganos vitales.
- Diabetes tipo 2: Resistencia a la insulina y desregulación de la glucosa en sangre.
- Dislipidemia: Niveles anormales de colesterol que aumentan el riesgo de arterias obstruidas.
El Dr. Riera Stival señala que hasta el 85% de las personas con diabetes tipo 2 son obesas, lo que evidencia la estrecha relación entre el exceso de peso y las complicaciones metabólicas.
Estrategias para prevenir y tratar la obesidad infantil
Desde la FAC recomiendan un enfoque integral que involucre a padres, escuelas y profesionales de la salud:
- Educación nutricional: Fomentar una dieta rica en frutas, verduras, legumbres y cereales integrales. Limitar azúcares, grasas saturadas y ultraprocesados.
- Promoción de la actividad física: Incentivar al menos 60 minutos diarios de ejercicio, combinando juegos, deportes y actividades recreativas.
- Apoyo psicológico: Trabajar la relación con la comida y reforzar la autoestima de los niños para evitar trastornos alimentarios o frustración durante el proceso de cambio.
- Intervención médica: En casos más severos, evaluar opciones farmacológicas bajo estricta supervisión médica.
- Escuelas como agentes de cambio: Incluir contenidos sobre hábitos saludables en la currícula y garantizar opciones de alimentos nutritivos en los comedores escolares.
La importancia de actuar a tiempo
La obesidad es un factor de riesgo modificable. Si se adoptan hábitos saludables desde la infancia, se puede reducir significativamente la probabilidad de enfermedades cardiovasculares en la adultez. La educación y la concienciación son fundamentales para empoderar a las familias y construir un futuro más saludable para los niños.
¿Te preocupa la salud de tu hijo? Consultar con un pediatra o nutricionista es el primer paso para crear un plan personalizado y prevenir complicaciones a largo plazo.