Descubre a qué se debe el incremento de esta patología inflamatoria. Cuál es el rol del sistema inmunológico en los síntomas crónicos que sufren los pacientes colitis ulcerosa.
La enfermedad inflamatoria del intestino (EII) es una de las patologías autoinmunes más difundidas en el mundo. Ya sea en su forma de enfermedad de Crohn o en su presentación como colitis ulcerosa, esta enfermedad provoca un mal funcionamiento del sistema inmunológico que provoca lesiones en el aparato digestivo, dolor abdominal, diarrea con sangre e, incluso, puede llegar al cáncer.
En particular, la colitis ulcerosa afecta a cada vez más personas en el mundo, trastornando su calidad de vida con frecuentes diarreas y dolores. En Estados Unidos, se estima que la prevalencia de la colitis ulcerosa es de 238 casos por cada 100.000 habitantes. El norte de Europa tiene una prevalencia que alcanza a 500 por cada 100.000 habitantes.
Por su parte, en América Latina, se sabe que la Argentina es uno de los países donde crecen más los casos de enfermedad inflamatoria crónica. En 2007, se estimó que la incidencia (nuevos casos anuales) de colitis ulcerosa era de 82 por cada 100.000 personas. En cuanto a México, la incidencia de colitis ulcerosa aumentó 5 veces en los últimos 15 años. Aunque hoy no hay datos precisos en la mayoría de los países latinoamericanos, los expertos aseguran que los casos no dejan de crecer tanto en población adulta como infantil.
¿Por qué suben los casos?
Usualmente se socia esta enfermedad crónica con la dieta occidental –alto consumo de carnes rojas, grasas, frituras-, con el tabaquismo, con la localización geográfica, con el abuso de antibióticos en la infancia y hasta con el antecedente de haber pasado por una operación de apéndice. Sin embargo, hay varios genes involucrados en la colitis ulcerosa. Las personas que tienen un familiar (padre, hermano) con colitis ulcerosa tienen 4 veces más riesgo de padecerla que el resto de la población. Los judíos de origen europeo (Ashkenazis) sufren entre 3 y 5 veces más riesgo que otros grupos étnicos.
Últimamente, se ha puesto de relieve el rol del microbioma (los microbios que habitan en el intestino) en la eclosión y los brotes de la colitis ulcerosa, que se manifiesta en ambos sexos especialmente entre los 15 y los 40 años, pero que cada vez se presenta más en niños.
Las personas con colitis ulcerosa tienen un microbioma significativamente diferente a los individuos que no sufren esta enfermedad. El exceso de ciertas bacterias negativas y la disminución de bacterias beneficiosas envían señales erróneas al sistema inmunológico. De ahí que se utilicen hoy prebióticos y probióticos elaborados con ciertas bacterias protectoras para mejorar la colitis ulcerosa.
Inflamación autoinmune
Poco tiempo atrás, se descubrió que la inflamación y las úlceras que sufren estos pacientes en el colon están causadas por una reacción patológica de ciertas células defensivas (linfocitos T), que equivocan su objetivo y atacan a las células que tapizan la mucosa del intestino por dentro, en lugar de atacar a virus o bacterias infecciosas que invaden el organismo.
Aunque no se sabe bien el mecanismo exacto que causa la colitis ulcerosa, se supone que todo empieza con una infección (por ejemplo, por las bacterias Helicobacter pylori o Clostridium difficile) que desata una reacción defensiva del organismo. Luego esa reacción se descontrola y se torna virulenta contra la pared del intestino grueso, dañando la mucosa del recto y del colon. Como consecuencia, los pacientes experimentan dolor, sufren anemia y presentan sangre en las heces.
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La enfermedad tiene períodos de exacerbación y de remisión, pero se estima que alrededor de 20 años después de iniciados los síntomas, los pacientes requerirán una cirugía para extraer porciones del intestino (colectomía) y evitar la malignización de las células intestinales.
A partir del descubrimiento del rol del sistema inmunológico en la colitis ulcerosa, se desarrollaron distintos fármacos capaces de inhibir algún paso de la cascada inflamatoria disparada por los linfocitos T y la liberación de citoquinas, que son proteínas pequeñas que estimulan o inhiben distintas células del sistema defensivo del organismo. La idea es que, al interceptar las señales de ciertas citoquinas, se pueda promover la regulación de los linfocitos T, disminuir los síntomas y las lesiones en las paredes del colon.
Aunque hay decenas de medicamentos en investigación o ya autorizadas para la colitis ulcerosa de leve a severa, ninguna consigue una remisión completa de los síntomas a largo plazo. De ahí que se sigan investigando nuevas moléculas, como los anticuerpos monoclonales y ciertas proteínas recombinantes, que actúen con más eficacia y menos toxicidad que los corticoesteroides que se emplean tradicionalmente en la colitis ulcerosa.
Colitis ulcerosa: nuevo tratamiento en estudio
En México y Argentina se está llevando a cabo un estudio para que tiene como objetivo averiguar si el efavaleukin alfa puede ayudar a los pacientes con colitis ulcerosa moderada a grave a lograr una remisión clínica, es decir, controlar los síntomas y evitar nuevos brotes.
Personas diagnosticadas que deseen participar de este estudio, pueden postularse completando un breve cuestionario disponible en esta página.
Si cumple con los requisitos médicos, nuestro equipo de Asistencia a la Comunidad se pondrá en contacto en un plazo máximo de 72 horas.
Argentina: formulario de inscripción
México: formulario de inscripción
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