El cáncer urotelial afecta a 4 hombres por cada mujer, pero suele ser más grave en ellas. Cómo detectar los casos invasivos en forma temprana para buscar tratamientos que aumenten la sobrevida.
Afecta a medio millón de personas nuevas cada año y causa la muerte de otras 200.000 en el mundo. En 3 de cada 10 casos, exige una cirugía para sacar la vejiga y, en la mitad de estos casos, incluso ése tratamiento radical no es suficiente para garantizar la sobrevida más allá de los 2 años. Pero del carcinoma urotelial casi no se habla.
Es que en la mayoría de los casos, este cáncer sólo afecta la pared del órgano que acumula la orina proveniente de los riñones. Basta entonces extraer las células patológicas de la mucosa de la vejiga mediante una especie de tubo delgado que se introduce por la uretra (un procedimiento conocido como TURBT) para evitar que el carcinoma urotelial se disemine. Aunque este tipo de cáncer superficial suele volver a presentarse, se puede repetir el procedimiento TURBT periódicamente para chequear el tejido maligno y eliminarlo sin recurrir a cirugía.
Cuando el cáncer es invasivo
Sin embargo, en 20 al 40% de los casos, este método de extracción a través de la uretra no alcanza porque el tumor invade la vejiga más profundamente. Entonces, este tipo de cáncer (también conocido como TCC, por las siglas de Transitional Cell Carcinoma ) penetra hasta la capa muscular de la vejiga, sigue difundiéndose por la capa grasosa que rodea al órgano y luego invade los ganglios linfáticos de las cercanías. En el 4% de los casos, cuando el cáncer urotelial se diagnostica, ya generó metástasis en otras partes del organismo. La calidad y la cantidad de vida restante son escasas.
Cuando el cáncer empieza a invadir la capa muscular de la vejiga, los especialistas recomiendan practicar rápidamente una cistectomía radical, es decir, una operación para extraer la vejiga completa, junto con los ganglios linfáticos y también la próstata (en los hombres) y la parte anterior de la vagina, el útero, los ovarios y las trompas de Falopio (en las mujeres).
Esta cirugía suele afectar los nervios circundantes y genera impotencia sexual en los hombres y falta de orgasmo en las mujeres. Además, al sacar la vejiga se requiere hacer una derivación de la orina hacia el exterior, a través de cánulas, bolsas u otros sistemas de recolección de la orina y descarte, lo que puede producir también incontinencia. Todo esto suele generar sentimientos de vergüenza o rechazo en el paciente. Y deja al cáncer de vejiga en una zona oscura de silencio, cuando podría recibir tratamientos cada vez más avanzados, que hoy están revolucionando el campo de la oncología.
Un problema inadvertido
Las cifras del cáncer urotelial (que es la forma técnica en que se denomina el cáncer más frecuente de vejiga) aumentan en algunas partes del mundo. En la Argentina, el 3% de todos los cánceres son de vejiga y, como en el resto del planeta, afectan más a los hombres que a las mujeres, en una proporción de 4 a 1. En 2021, el Instituto Nacional del Cáncer estimó que se produjeron unos 3.000 nuevos casos de cáncer urotelial en hombres argentinos y 830 en mujeres del país.
En general, los pacientes consultan cuando observan sangre en su orina (hematuria). El problema es que muchas veces ese síntoma es leve y se atribuye a una infección urinaria, especialmente en las mujeres, que llegan más tarde a la consulta y con tumores más grandes. El diagnóstico correcto –que se realiza a través de un tubo con una cámara en el extremo, llamado “citoscopio”, y con ecografías o tomografías- llega a veces cuando el tumor ya se ha extendido peligrosamente.
En 9 de cada 10 casos de cáncer de vejiga, los pacientes tienen más de 55 años. En los hombres, el promedio de edad es 70 años. La mayoría tiene antecedentes de haber fumado, o fuma en la actualidad. En una pequeña proporción de casos, se pueden rastrear factores tóxicos ocupacionales, por haber trabajado con pinturas o solventes, en imprentas o en peluquerías. También es más frecuente este cáncer en lugares donde el agua contiene arsénico o en poblaciones rurales donde hay esquistosomiasis, una enfermedad producida por parásitos. Finalmente, hay un componente hereditario en algunas familias y se han identificado varias mutaciones en el ADN.
Como sea, hay que estar atentos a los siguientes síntomas:
- sangre en la orina
- necesidad de orinar con frecuencia
- dolor o ardor al orinar
- pérdida de peso
- cansancio
Aumentar la supervivencia
El 77% de los pacientes con cáncer urotelial sobrevive 5 años. Pero quienes tienen formas avanzadas al momento del diagnóstico pueden no llegar a los 2 años. Con el diagnóstico a través de imágenes y una biopsia de las células de la vejiga, los oncólogos determinan el grado y el tipo del tumor, y entonces deciden hacer un seguimiento con estudios periódicos o inician un tratamiento, que consiste en cirugía si el cáncer es invasivo.
Aunque muchas veces se indica quimioterapia o radioterapia antes de la cirugía, éstas no siempre son efectivas y sólo reducen el tamaño del tumor a operar. Además, quedan muchas veces células malignas residuales o los pacientes son resistentes a los compuestos de platino que se indican para la quimioterapia. De ahí la importancia de desarrollar nuevos tratamientos, entre los que se encuentra la inmunoterapia.
Ensayo clínico: se estudia el uso de inmunoterapia en pacientes recientemente operados de cáncer de vejiga para evitar la reincidencia tumoral
Científicos estudian la eficacia de la inmunoterapia luego de una operación radical de cáncer de vejiga. Este tratamiento postcirugía podría evitar la reincidencia tumoral. Personas que se realizaron recientemente una extracción total de la vejiga pueden postularse para participar de esta investigación clínica denominada IMvigor011.
Personas recientemente operadas de cáncer de vejiga (cistectomía) que vivan en Argentina, Colombia y Brasil pueden postularse para participar, sin costo, de esta investigación médica. Para recibir más información, solo deben enviar un mail a info@unensayoparami.org
Referencias bibliográficas:
Dobruch, J.; Oszczudłowski, M. Bladder Cancer: Current Challenges and Future Directions. Medicina 2021, 57, 749. https://doi.org/10.3390/ medicina5708074
National Cancer Institute (US): Cancer.gov.
Richters A, Aben KKH, Kiemeney LALM. The global burden of urinary bladder cancer: an update. World J Urol. 2020;38(8):1895-1904.